Vidas psicodélicas + PDF: Albert Hoffmann

Albert Hofmann (1906 - 2008)



Fue un químico suizo que describió la estructura química de la quitina y el primero en haber sintetizado, ingerido y experimentado los efectos del LSD (dietilamida de ácido lisérgico).

Nació en Baden, su abuelo pagó por su educación debido al bajo ingreso de su familia. Obtuvo su título en química en la Universdad de Zurich. Se doctoró en 1929 y entró a trabajar en los laboratorios Sandoz, buscando trabajar con productos naturales y no sintéticos.

Sintetizó por primera vez el LSD en 1938. Estaba estudiando el hongo del cornezuelo (que crece en el centeno), como parte de un programa que buscaba sintetizar componentes activos de plantas naturales para usos fármacos. Durante 5 años, el descubrimiento permanecería en un cajón. Volvió a llamarle la atención en 1943. Hoffman afirma que tenía la sensación que podía tener otras propiedades además de las establecidas en las primeras investigaciones; así que volvió a sintetizarlo para llevar a cabo más pruebas. Era poco habitual que una sustancia experimental no se descartara si se pierde su interés farmacológico.

Mientra purificaba y cristalizaba el LSD-25, lo interrumpieron sensaciones extrañas. Había absorbido una pequeña cantidad a través de la punta de sus dedos. Lo describiría en su informe:

“Viernes 16 de abril de 1943: me vi forzado a interrumpir mi trabajo en el laboratorio a media tarde y dirigirme a casa, encontrándome afectado por una notable inquietud, combinada con cierto mareo. En casa me tumbé y me hundí en una condición de intoxicación no desagradable, caracterizada por una imaginación extremadamente estimulada. En un estado parecido al del sueño, con los ojos cerrados (encontraba la luz del día desagradablemente deslumbrante), percibí un flujo ininterrumpido de dibujos fantásticos, formas extraordinarias con intensos despliegues caleidoscópicos. Esta condición se desvaneció dos horas después.”

Decidió volver a hacer una prueba con una cantidad menor de 250 microgramos de LSD. Esta vez los efectos fueron mayores y Hoffman necesita hacer grandes esfuerzos por hablar. Pidió a su asistente, al tanto del experimento, que lo acompañara a casa en bicicleta.

Hoffman empezó a asustarse, viendo todo ondulado y distorsionado, como un espejo curvado y la sensación de no estar moviéndose, a pesar de que llegaron rápidamente a casa. Los efectos eran tan fuertes que Hoffman no podía mantenerse de pie y se dejó caer en el sofá mientras pedía leche. Los muebles giraban y todo en continuo movimiento adquiría formas grotescas que lo asustaban.

Le preocupaba más el vórtice interior que amenazaba con absorber a Hofmann. Sintió como si un demonio lo invadiera y poseyera su cuerpo, mente y alma; pensaba que iba a morir por su atrevido experimento.

Sin embargo, su compañero no lograba detectar ningún síntoma anormal además de las pupilas dilatadas, aunque Hofmann le decía que estaba en peligro mortal. El viaje fue diluyéndose poco a poco, pasó a un sentimiento de gratitud, disfrutar de los colores y juegos de formas, sonidos que se convertían en ilusiones ópticas fantásticas.

Al día siguiente, no sentía resaca, al contrario, estaba limpio y radiante. Fue hasta posteriores experimentos que comenzó a concebir un potencial “visionario” y curativo más allá de la medicina. Este aspecto fue explorado durante la década de los 50’s y 60’s por distintos departamentos universitarios de Psicología (sobre todo por Timothy Leary en Berkeley) hasta que llegó la prohibición por la controversia ante los peligros que para la estabilidad social suponía por el uso del movimiento hippie. Durante una década había sido utilizado con resultados espectaculares en el psicoanálisis.

Hofmann continuó estudiando productos naturales en Sandoz, así como el estudio de las sustancias alucinógenas halladas en las setas y plantas mexicanas. En 1958 aisló por primera vez la psilocibina, componente activo de la psilocybe cubensis.

Se interesó también por las semillas de la Rivea corymbosa, conocida como Ololiuhqui, cuya estructura psicoactiva (LSA – amida de ácido D-lisérgico), muy cercana al LSD. Investigó la salvia divinorum, aunque no logró identificar sus componentes activos (salvinorinas).

En 2006 cumplió 100 años de edad y se celebró un simposio en su honor. En 2008 murió en Basilea, Suiza a causa de un ataque al corazón.

En 2007, las autoridades suizas permitieron volver a llevar a cabo experimentos psicoterapéuticos con pacientes que sufrían enfermedades físicas terminales; fue el primer estudio sobre efectos terapéuticos del LSD en 35 años.

👉 DESCARGA PDF Cómo descubrí el ácido y qué pasó después en el mundo(1979) de Albert Hofmann